September 12, 2006

De Henry Miller

Debo, como en otras ocasiones, al inigualable Lucas la lectura de The Colossus Of Maroussi, de Henry Miller, que apenas comienzo. Más abajo transcribo un párrafo mordaz (desgraciadamente no tengo la versión inglesa)...

Como sucede también con Victor Hugo, resulta muy desconocida su magnífica obra plástica, que puede verse y comprarse en www.henrymiller.info. Aquí está su litografía Going South To Mexico.


"Comimos excelentemente en una plaza, y luego al anochecer tomamos el coche hacia Atenas. En el curso de la conversación con algunos compañeros de viaje, un griego que volvía de Estados Unidos me saludó jovialmente, llamándome hermano americano, y comenzó un irritante y estúpido monólogo sobre las glorias de Chicago, en donde dudo que hubiera vivido más de un mes. El quid del asunto estribaba en que deseaba ávidamente regresar a su hogar -entiéndase Estados Unidos-; encontraba a sus compatriotas ignorantes, sucios, atrasados, ineficientes, etcétera. Durrell lo interrumpió una vez para preguntarme qué idioma hablaba ese hombre; nunca había oído hablar a un griego esa clase de inglés. Mis anteriores interlocutores estaban ansiosos de saber qué emocionaba tanto a su extraño compatriota. Habíamos estado hablando en francés hasta la llegada de ese tipo dominado por estúpidos deseos. Les dije que ese hombre era un ignorante. Entonces el griego me preguntó qué idioma estaba hablando. Cuando le dije que era francés, contestó: "No conozco esos idiomas; con el inglés me sobra... Soy de Chicago". Aunque no intenté ocultar mi falta de interés por sus historias, insistió en no dejar de contar nada de su vida. Me dijo que iba ahora a un pequeño pueblo de montaña donde vivía su madre, de la que quería despedirse antes de partir. "Fíjese lo ignorantes que son estas gentes -añadió. He hecho todo el viaje desde Chicago con una bañera para mi madre; la he instalado con mis propias manos. ¿Cree usted que lo han apreciado? Se rieron de mí, dijeron que estaba chiflado. No les gusta conservarse limpios. Ahora bien, en Chicago..." Presenté mis excusas a los otros viajeros por la presencia de ese idiota. Les expliqué que en eso convierte América a sus hijos adoptivos. Todos ellos se rieron de buena gana, incluso mi descarriado griego, que no había entendido ni una palabra de lo que había dicho, ya que hice mi observación en francés. Pero ya fue el colmo cuando el imbécil me preguntó dónde había aprendido inglés. Cuando le contesté que había nacido en Estados Unidos, me replicó que nunca había oído hablar un inglés como el mío; lo dijo que una forma que parecía indicar que la única clase de inglés que valía la pena hablar era su jerga de matadero".

3 comments:

Anonymous said...

Es bueno reconocer que algunos norteamericanos son realmente genios o aritstas y que difieren bastante de la imagen actual que tenemos de ellos. Que más bien sería la del griego, pero sin ser griego.

Anonymous said...

Me cuesta reconocerlo, pero cuando te autoexilias de tu país, tienes ese horrible doble sentimiento de odio cubierto por tu idiosincrasia patria.
A mi no me gusta el lugar donde naci, estoy comoda donde habito, pero me recubre siempre esta espanyolidad que no puedo evitar y que todos interpretan como que deseo volver a mi tierra, además el analisis de las costumbres germanas me situa en una posición crítica que a veces los de aqui no aceptan.
A veces actuo como el griego, a veces actuo como Miller. Me siento patética.

Agustín Campos said...

Muy buena la litografía. Tiene una onda a Klee por lo infantil...está buena.
En cuanto al libro que mencionás, bueno, no es de los que más me gustan de él.
Saludos.

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